domingo, 9 de octubre de 2016

12:10
Hoy te has planteado realizar un entrenamiento de 10 kilómetros, pero al final... como siempre... no has podido salir a correr por tareas del hogar, familia, obligaciones sociales, etc. O quizá hayas salido a correr a última hora de la tarde, pero no te ha sentado bien porque tenías la merienda o la comida todavía en tu estómago. ¿La solución? Sal a correr a primera hora de la mañana, nada más levantarte!


  1. Para ello, debes convertirlo en un hábito. Lo primero que debes hacer es empezar a correr únicamente un día por semana nada más levantarte, y a ser posible, el primer día de la semana. Así tendrás el resto de días de la semana para descansar como es debido. Asegúrate de ir pronto a la cama el día anterior para poder estar enérgico a primera hora de la mañana.
  2. Prepara toda tu ropa deportiva antes de acostarte y déjala cerca. De esta manera no te dará tanta pereza vestirte para salir a correr. Otro truco para levantarte sí o sí, es dejar el despertador en una zona alejada de la cama. Así deberás levantarte para pararlo.
  3. Queda con alguien para salir a correr. De esta forma tendrás un compromiso y no sentirás el deseo de volver a la cama nada más levantarte.



Recuerda que para que se convierta en un hábito necesitarás tiempo de adaptación para tu cuerpo. Por lo que deberás seguir esta rutina durante unas cuantas semanas. Ánimo!
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